Si el hombre tiene suficientes arrestos para ajustar su temperatura sexual al calor correspondiente a una pequeña llama y no al de un fuego devorador, la mujer florecerá sin duda con su expresión sexual femenina. Cuando el amor no tiene prisa y además se le permite manifestarse mediante la polaridad, puede decirse que tanto el hombre como la mujer empiezan a hacer el amor de nuevo. Mas esto no sucede por qué razón sí: requiere por del hombre visión, inteligencia y un compromiso con el amor. De esta manera él puede asistir a su amante a rencontrarse en su cuerpo femenino con la divina fuente del amor. Si el hombre ve de qué forma su compañera florece por el acopio que mismo hace de sus divinas energías (las de ella) y si ve también cómo este amor se esponja revirtiendo de nuevo en él, entonces, y solo entonces, es cuando el hombre encontrará una auténtica satisfacción en el sexo. Por fin puede sentirse como una genuina autoridad masculina. De igual forma, la mujer puede reclamar con toda responsabilidad que el hombre le haga el amor como debe ser y que no busque en el sexo una rápida satisfacción personal. Con esta actitud la mujer evita una probable formación de emociones enervantes y también invita al amor a que vuelva a entrar en su vida. Por desgracia es bastante difícil que esto ocurra puesto que la mujer está tan expectante de amor que aceptará cualquier género de atención aunque sea un claro sucedáneo de éste.

Y con todo lo que podemos hacer con ese estallido

Una mujer inficionada contagia a un varón por vía genital, entre otras muchas, por las próximas condiciones: regla o lesión sangrante en vagina, una ITS como Herpes y/o HPV con la presencia de lesión en el pene o bien ure­tra (que en muchas ocasiones no tiene manifestaciones clínicas). De esta forma podrían entrar en contacto los linfoci­tos contaminados de la sangre de la mujer con los linfocitos sanos de la sangre del varón. Dejas pasar el tiempo sin manifestar lo que sientes o bien lo que te gustaría probar por las noches cuando están juntos, soportas malos tratos, infidelidades, mentiras y sometimiento, te llenas de apatía, mas tu sufrimiento es tan real que el cerebro sale al rescate, activando las fibras de endodermo y ectodermo, que son del tejido que te formó cuando eras una celulita que al multiplicarse se convirtió en un embrión en el vientre de tu madre; esas células primitivas llevan la información de la supervivencia a lo largo de la evolución y con esa información tu cerebro fabrica una enfermedad para salvarte y que no mueras por el shock sensible del sufrimiento. Sé que suena un tanto místico, pero por alguna razón el principio marcha. Funciona pues, en algunos aspectos de la vida, hay que comportarse como si se creyera en algo para poder creerlo. Y hay que creerlo para poder lograrlo.

Carmela imagina que el agua de colonia que usa debe ser cualquiera de las que se anuncian en TV por medio de hombres jóvenes que triunfan con mujeres también jóvenes. Un olor que distingue cada mañana mezclado con el del café recién molido en los treinta segundos escasos que dura su conversación diaria. Olor a piel tersa, a lozanía impostada. El olor que se le adivina a un hombre que lleva a su cama a las mujeres que quiera. A ellas y a Carmela. Pues es ella, Carmela, cincuenta y tres años, casada y con un hijo, la que acerca hasta su cama a un ignoto para imaginar que la remoza haciéndole el amor. Agarrándole las tetas y mordisqueándole los pezones. Veinte años menor para apreciar hasta el final que la erección termina por más que tarde un poco más en correrse. Precisa que no quede ni un milímetro de su hondonada que no esté ocupado por el sexo de Marcos. Entrando y saliendo sin abandonarla del todo. Hasta dentro. Y acariciar un torso joven de hombre sin una sola cana. En el que la piel prosigue adherida a los huesos, con el hueco de la axila aún por descubrir. Desea mirar a los lados y descubrirse entre dos brazos fuertes no demasiado musculados, pero hartos de adiestrarse en esa postura, la que se engrandece y moldea haciendo el amor. Nota cómo una punta roma penetra en su cuerpo con la fuerza de un tálamo que puede con todo, que asuela con todo, que entra una y otra vez.

¿Eres tú alguna de estas personas? ¿Has recorrido estas etapas?

Como tantas formas de sexo, la esclavitud se puede gozar sola. Pero absolutamente nadie está ahí para corregir un error o bien salvarlo de un accidente, por lo que los riesgos aumentan. El jugador de bondage solo debe llevar cuidado de tener una salida. En el caso de cualquier emergencia, asegúrese de poder mover una mano de manera fácil para liberarse y tener cerca sus herramientas. Al hacer el amor, las situaciones sentadas ofrecen el beneficio de ser muy íntimas, ya que las parejas están unidas en contacto cercano, frecuentemente en un género de abrazo. Estas situaciones también son menos vigorosas físicamente, con lo que son más simples de sostener durante largos períodos de tiempo. Estas situaciones de manera frecuente se favorecen en situaciones en las que el hombre desea permanecer excitado a lo largo de un largo período mientras que retrasa el orgasmo, en tanto que la pareja puede continuar quieta por un tiempo y permanecer en el coito. La masturbación clásica puede efectuarse en diferentes posiciones: de pie, recostado, sentado, inclinado, con las piernas abiertas, cerradas o bien estando de rodillas. Además, pueden influir subjetivamente en la percepción del placer, por lo que la situación de pie va a ofrecer características diferentes que la situación en la que el hombre descansa sobre su espalda. Si la relación perdura, puede aun tener un efecto positivo sobre el Pavo Real, dado que al encarar los inconvenientes diarios, su autoestima va a mejorar y se librará de buena de sus inseguridades. Ahora el más frágil de la relación va a ser el Pequeño (aunque no lo sepa), puesto que el Pavo Real le superará con su fuerza. Las rupturas entre un Niño y un Pavo Real acostumbran a ser amistosas, la relación simplemente se gasta y llega a su fin natural. El entretenimiento se acaba. El Pequeño se dirige a buscar otro juguete, el Pavo Real se deja cautivar por alguien más poderoso e influyente.

Puede que, al describírselo, notes un cierto rechazo por su parte

Habitualmente se rompe la relación sencillamente para revisar la capacidad de hacer daño, como una muestra de poder. Queremos ver a la persona hasta el día de ayer amada sintiendo el dolor de nuestro distanciamiento. Queremos saber hasta dónde nos quieren y lo que son capaces de hacer para recuperar nuestro amor. Un juego peligroso que deja secuelas y unos resultados muy dolorosos. Como sabemos, muchas mujeres ni tan siquiera esperan lograr el clímax durante el coito real, con el pene en la vagina. Su pico es el resultado de alguna manera de estimulación oral y / o bien manual directa del clítoris, que de hecho se logra más de manera fácil sin penetración. O viene de la oscilación pélvica para estimular el clítoris a lo largo del coito. (Una mujer podría pensar: Por supuesto que va a venir antes de que yo lo haga cuando esté allí. Eso no quiere decir que deba desamparar los orgasmos máximos. Simplemente significa que necesito tener un orgasmo veloz antes de que entre, o bien maneja uno una vez que venga . Además de esto, en general se asume que la estimulación del clítoris es esencial para el orgasmo femenino.

Como las mujeres, los hombres adoran las caricias, pero por norma general no osan solicitar por ellas. Las caricias con la punta de los dedos o bien de la lengua en la zona de los senos y pezones pueden llegar a provocar la erección del pene; asimismo se debe acariciar la nuca, las cejas, las orejas, las axilas, las manos, los pies, los muslos, la entrepierna, los testículos, el ano, etc… Por otra , cuando el abandonar y desapegarse a la sexualidad libre y única se resiste a estar tocando y, no obstante, no tocar, entonces, hay dolor como un desgarramiento cada vez que se está con alguien y se va o bien todo cambia y esa pareja ya no es la misma. Ese dolor trata de huir del dolor refugiándose en el placer, entonces, el placer deja de ser auténtico, inmaculado y comienza a tener motivos para ser o no ser. Esto hace del sexo no placer sino dolor.

Las fantasías eróticas masculinas acostumbran a ir asociadas, muchas veces, a un juego de rol determinado. La criada sensual, la enfermera cachonda, la azafata morbosa, la geisha y otras figuras más o menos prototípicas de los juegos de rol erótico acostumbran a poblar la imaginación erótica de los hombres cuando se ponen a fantasear sexualmente. Si la respuesta es sí, entonces no estás alineado. Hay algo que falta si no tienes bienestar en tu vida. Debes regresar atrás y leer esto una y otra vez hasta el momento en que entre en tu cabeza y en tu corazón, y se quede ahí. tiene un pensamiento y un plan para tu paz y tu bienestar. Si le estás perdiendo a tu compañero como juego anterior, mas todavía deseas tener relaciones íntimas, prosigue su ejemplo y detente antes que se acerque demasiado al clímax. Si su intención es hacerlo venir, prosiga moviendo su eje cara arriba y hacia abajo con la boca y la mano, y haga contacto visual intermitente.